Description
Quien no conociera bien esos parajes, nunca hubiera sospechado que no muy lejos de allí, había un bosque encantado. Era como si descubrieras un oasis en el desierto. A diferencia que este parque estaba lleno de árboles frondosos. En sus contornos había caminos solitarios y senderos aldeanos. Era un lugar ideal y perfecto para darse citas y hacer amistad. Bien escondido, en su mismo centro, se hallaba un pozo de agua, el cual tenía su brocal construido de piedras tan viejas y derruidas que delataban su ancianidad. Al que viniera a beber de sus aguas el pozo le decía: "Dulces o amargas son mis aguas, dependiendo en el paladar del bebedor".